Una vez más me detuve a ver una serie de Netflix con título prometedor y que acaparó mi atención: “TROTSKI”. Una buena alternativa para tener más datos y recopilar información de este energético hombre que en 1917 ya había pasado por dos exilios, luego de escaparse de las cárceles y campos de deportación del régimen o autocracia zarista. Se había convertido en presidente del soviet de Petrogrado a los 25 en la Revolución de 1905, agitador contra la guerra imperialista y uno de los teóricos marxistas más brillantes de la época, prediciendo con doce años de anterioridad y gran precisión la dinámica que iba a tomar la Revolución de Octubre cuando proclamó el “sacrilegio” de que era la clase obrera, y no la burguesía, quien debía encabezar al campesinado y derrotar al despotismo zarista. Fue un adelantado al prever también que la clase obrera no se detendría en los límites de la propiedad privada, sino que empezaría a tomar medidas dirigidas hacia la construcción del socialismo. La primera formulación de su teoría de la “revolución permanente”, un concepto de larga tradición revolucionaria y que se utilizaba en los debates de los marxistas de la época, en TROTSKI encontró un sentido claramente distintivo.
Lev Davídovich Bronstein (en ruso Лев Давидович Бронштейн, nacido en Yánovka, hoy parte de Ucrania, el 7 de noviembre de 1879 y asesinado en Ciudad de México, el 21 de agosto de 1940) más conocido como LEÓN TROTSKI o TROTSKY, fue el quinto hijo de una pareja de pequeños terratenientes judíos de clase media. La infancia de TROTSKI transcurrió en la granja familiar, era malo para los deportes y hacía amigos gracias a la ironía y a las bromas.
A los nueve años, en la primavera de 1888, se le envió a residir con un primo y su esposa, que vivían en Odesa, entonces la “Marsella rusa”, ciudad cosmopolita y el primer contacto con la vida urbana de TROTSKY. Este comenzó a recibir una educación más formal y refinada. En la modesta casa (Trotski durmió durante cuatro años en el comedor), leía teatro y a los clásicos rusos y europeos y ayudaba a su primo a fundar una editorial, empresa que le familiarizó con las tareas de una imprenta y con el mundo literario. Se convirtió en un lector voraz y en un joven atildado, costumbres que mantuvo durante toda su vida. A pesar del ambiente intelectual y reformista de los Shpentzer en el que se criticaba el sistema zarista y se leían obras prohibidas, se trataba de que las ideas radicales no influyesen en TROTSKI y no se le permitía leer periódicos.
Albergaba cierta rebeldía, pero carecía de conciencia política, hecho que cambió en 1896, durante su último año de formación secundaria. Los hijos de la familia con la que se alojaba, mayores que él, trataron de convertirlo infructuosamente al socialismo. Repentinamente, a mediados de año, se hizo socialista, dejó de prestar atención a los estudios, comenzó a leer libros y periódicos de asunto político y se convirtió en habitual de las tertulias socialistas de un jardinero alojado en la misma casa, un checo llamado FRANZ SVIGOVSKY, en cuya cabaña se reunían jóvenes para debatir sobre política, que eran mal vigiladas por la policía, que las consideraba inocuas.
Interesado en la extensión del socialismo que en los estudios universitarios (distribuía folletos entre los trabajadores de la fábrica de su tío y daba charlas clandestinas), en el invierno de 1896 abandonó la ciudad y regresó a Nikoláyev y a sus debates socialistas. En la primavera de 1897 y tras una ola de protestas por el suicidio de una presa política en San Petersburgo, anunció su decisión de organizar a los trabajadores de la ciudad. El éxito de la organización, sin embargo, atrajo la atención de la policía, que en enero de 1898 arrestó a TROTSKY. Se entregó a la lectura y amplió sus conocimientos de idiomas leyendo la Biblia en distintas lenguas. Decidió casarse con su antigua compañera y adversaria en las tertulias socialistas de Nikoláyev, Aleksandra Sokolóvskaya, a pesar de la oposición de su padre, que la consideraba culpable de la conversión revolucionaria de León. La boda tuvo lugar en una celda de la prisión en la primavera de 1900. Lector voraz tanto de Marx y novelas, como de estudios científicos, políticos o religiosos, sus artículos, finalmente prohibidos por las autoridades.
Hice esta reseña histórica de él para entender cómo se formó el hombre y para quienes no lo conocen, para que puedan ver la serie con más información. Y así estar un poco más preparados ya que la serie basada en contenidos históricos forma una libre versión de los hechos, que la estar alterados puede tener una influencia que tergiversa la realidad. Sobre todo, por lo complejo de su significado para el mundo.
La polémica se instaló cuando grupo de intelectuales de Izquierda de diferentes partes del mundo firmaron una declaración impulsada por ESTEBAN VOLKOV, nieto de LEÓN TROTSKY, repudiando la serie. En el texto apuntan a VLADIMIR PUTIN por las distorsiones en la serie que fue reproducida por la TV de Rusia antes de llegar a la cadena de streaming.
En esa declaración señalan: “se exponen mentiras de quien formó y dirigió el Ejército Rojo venciendo a 14 ejércitos imperialistas, es presentado como una personalidad egocéntrica, mesiánica, autoritaria, inhumana, criminal, competitiva, cualidades éstas siempre ligadas a su origen judío y que en su vejez sufre alucinaciones, atormentado por el remordimiento de sus presuntos crímenes en la revolución. En cambio, su homicida, el agente estalinista Ramón Mercader, es un periodista honesto, crítico y sensible, que entabla una extensa e inexistente relación con Trotski. La serie llega al extremo de falsificar la escena final del asesinato del revolucionario ruso". Esto se podría aseverar si se conoce que el director de dicha serie, ALEXANDER KOTT, y de KONTANTÍN ERNST, el responsable de la puesta al aire para la productora “Sreda”, están unidos al partido de PUTIN, Единая Россия o Yedínaya Rossíya (Rusia Unida).
Previsible o no, esta mega producción se mezcla con flasback que si no se está atento, se pueden confundir al enhebrar la trama, pero se agradece el factor sorpresa cuando combina diseño, fotografía y sonido.
Los ocho episodios son protagonizados en el papel principal por KONSTANTÍN KHABENSKY (nacido el 11 de enero de 1972) quien es un actor ruso de teatro y cine, es director y filántropo ya que en 2008 estableció la Fundación Caritativa “Konstantin Khabensky” que brinda asistencia a niños con enfermedades cerebrales oncológicas y otras afecciones cerebrales graves.
En el reparto le acompañan las actrices OLGA SUTULOVA como MATALIA SEDOVA, ALEKSANDRA MARAEEVA como ALEKSANDRA SOKOLOVSKAYA, MAKSIM MATVEYEV como FRANK JACKSON (RAMÓN CARNICER), YEVGENY STYCHKIN como VLADIMIR LENIN, ORKHAN ABULOV como JOSEPH STALIN, IGOR CHERNEVICH como SIGMUND FREUD y una impresionante e increíble VIKTORIA POLTORAK como FRIDA KAHLO.
El soundtrack está a cargo del admirable compositor RYAN OTTERN, con vasta experiencia en proyectos que se pueden ver en Netflix, como “THE METHOD” y “SPARTA” y en Amazon ("GOGOL. NACHALO”) y que además es un creador sin límites entre las épocas y los géneros, es fluido en una variedad de estilos, como el ROCK AND ROLL de los años 60 o el EDM o la música de orquesta. Él sumerge al público en la atmósfera del gótico místico, en aventuras románticas ligeras, y puede trasladarse al epicentro de la vida del club y la acción fantástica.
La historia está estructurada en su argumento como una serie de recuerdos de episodios anteriores en la vida de TROTSKI, enmarcados por eventos durante su asilo en la Ciudad de México (1939-1940). Cada capítulo de “TROTSKY” explora un período de su vida como líder emergente de la Revolución Comunista que luego perdió su nuevo poder ante STALIN. Pero esta revolución de 1917 no fue sólo uno de los movimientos de masas más grandes y radicales de la historia contra el zarismo, sino también contra el gobierno burgués provisional y la contrarrevolución de KORNILOV instaurando el poder de los soviets, con la participación protagónica de los explotados y oprimidos, dirigidos por el partido bolchevique. La serie, en cambio, pretende presentar a la revolución como una lucha mezquina por el poder y a los revolucionarios como psicópatas manipuladores. Dando vuelta la historia, todos estos crímenes son adjudicados a TROTSKY, incluso el asesinato de los ROMANOV, otra mentira, ya que ni LENIN ni TROTSKY dieron esa orden.
Pero una vez vista, investiguen y no se queden con esta versión. Hay mucho que descubrir.
Por Yanko Tolic
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